Ayuntamiento de
Puerto Lapice
La situación estratégica de Puerto Lapice lo convirtió en un paso de gran importancia. Por ello, se cree que los romanos siguieron los pasos de los iberos y que parte de la calzada que unia Amensarca, Álava , Bastia y Consaburum (actual Consuegra) con Laminium se encuentra en la zona tal y como atestiguan los restos del llamado puente romano.
Si el mencionado puente tuviera un origen ibero, estos serian igualmente los restos más antiguos que se conservan en Puerto Lápice
Está ermita se encuentra a dos kilómetros del núcleo de la población. Tiene fácil acceso por un camino asfaltado señalizado en la parte sur del pueblo.
El camino forma parte de la ruta del Quijote, itinerario Cultural Europeo. Los peatones y bicicletas tienen prioridad en su uso, por los que son muchos los vecinos y visitantes que diariamente recorren los dos kilómetros que lo separan del pueblo. El camino une Puerto Lapice con otro municipio cercano, Las Labores, y serpentea a los pies de las elevadas sierras de las estribaciones de los Montes de Toledo. En su recorrido atraviesa viñedos y olivares, y el arroyo Valdehierro. En este punto, los caminantes y ciclistas pueden optar por seguir los caminos de tierras, especialmente, el que va paralelo al arroyo que enlaza con el camino de subida a los molinos por el camino suroeste
En su origen fue el cementerio primitivo del municipio. No será hasta los años 60 cuando se transforme en la actual ermita dedicada a San José.
Se trata de un pequeño recinto que recuerda a un corral con sus abrevaderos y la pequeña capilla. Se distingue por su fachada encalada y zócalo de añil.
Situada a la entrada sur del pueblo, en su camino hacia Villarta de San Juan, en ella tienen lugar celebraciones religiosas como la bendición de las palmas y la procesión popularmente llamada "del borriquito" en recuerdo de la entrada de la Sagrada Familia en Belén.
La Iglesia Parroquial fue construida en 1859. De ella destacan elementos neorrománicos y, esencialmente, las arquivoltas de la entrada. La nave central tiene más de veinte metros de largo por seis de ancho. En los muros se abren grandes ventanales (vidrieras) que llenan de luz y color su interior.
La patrona del pueblo, la Virgen del Buen Consejo, y el patrón, San Antonio Abad son dos de las imágenes más veneradas. Junto a ellas, la bellísima Virgen de los Dolores, el Santísimo Cristo de Medinaceli y la soberbia talla del Cristo Yaciente.
Como en tantos otros sitios, la Guerra Civil tuvo como consecuencia la desaparición del retablo y un número indeterminado de imágenes y reliquias.
La iglesia ha sido objeto de algunas reformas importantes. La primera afectaba a la espadaña que estaba coronada con una gran campana de hierro fundido. Por su peso excesivo se bajó y ahora preside la entrada a la plazuela de la iglesia de Nuestra Señora del Buen Consejo.
La ultima y actual reforma ha supuesto reforzar los techos que se encontraban en muy mal estado y modificar los elementos del altar
En 1925 este molino aún estaba en funcionamiento. A él accedían los vecinos para moler trigo, bien a través de la senda para caballerías situada en su parte este, o bien a través del camino llamado de La Nava para los carros. Este molino contaba además con una edificación cercana, la caseta del molinero, y además se construyó una pared divisoria que permitía guardar ganado.
Los dos molineros de los que se tiene constancia se llamaban Galán y Albertano.
En 1953, Información y Turismo decidieron reconstruir un segundo molino. En esta decisión también participó el alcalde, D. César Gómez-Calcerrada; el tendido de la luz corrió a cargo de D. Marcial; y el constructor fue D. Florencio Fernández.
El último de los molinos es el que se encuentra asentado sobre un cerro de piedras.
Los tres han sido objeto de constante preocupación para el Ayuntamiento. Así, la ultima reforma la emprendió el alcalde D. José Pavón, quién volvió a levantar los molinos más deteriorados. La alcaldesa, Dña. Ana Mª. Contreras, ha mejorado su acondicionamiento interior.La Iglesia Parroquial fue construida en 1859. De ella destacan elementos neorrománicos y, esencialmente, las arquivoltas de la entrada. La nave central tiene más de veinte metros de largo por seis de ancho. En los muros se abren grandes ventanales (vidrieras) que llenan de luz y color su interior.
La Plaza Mayor de Puerto Lápice es una bella plaza manchega, con dos alturas de soportales de maderas pintadas de color almagre. Es el punto de encuentro de los vecinos y visitantes. En ella se celebran las fiestas, bailes y teatros al tener forma de corral de comedias.
En su parte oeste desemboca en la antigua posada del Rincón. Al atravesar su arco de entrada nos encontraremos en un patio de vecinos rodeados de viviendas, tal y como estaban concebidas las antiguas ventas (habitaciones en torno a un patio central común).
A la derecha de la entrada se encuentra un antiguo pozo sobre el que se sitúa un viejo tronco de olivo del que tiempos atrás colgaban la polea, el cubo y la soga, junto con un pequeño pilón.
En la parte sur de la plaza frente al Ayuntamiento hay unos pequeños jardines en torno a una antigua noria