Construida en el siglo XVIII, la actual Venta del Quijote conserva el espíritu de aquella antigua parada de viajeros. Hoy, acoge la sede de la cofradía de Los Caballeros de Don Quijote.

La Plaza Mayor, evocadora de los antiguos corrales de comedias, es el corazón social del municipio. En ella confluyen historia, arquitectura popular y vida vecinal.

Testigos del pasado agrícola del municipio, estuvieron en uso hasta bien entrado el siglo XX. Desde entonces, han sido restaurados en varias ocasiones para conservar su valor histórico y cultural.

Construida en 1859, la Iglesia Parroquial de Puerto Lápice destaca por sus elementos neorrománicos y su luminosa nave central. En su interior se veneran imágenes muy queridas como la Virgen del Buen Consejo y San Antonio Abad.

Antiguo cementerio del municipio, este espacio se transformó en los años 60 en la actual ermita de San José. Con su fachada encalada y celebraciones populares, es un rincón con gran valor simbólico en la entrada sur del pueblo.

A solo dos kilómetros del pueblo, la ermita es accesible por un camino asfaltado que forma parte de la Ruta del Quijote. Este recorrido, muy frecuentado por vecinos y visitantes, atraviesa paisajes de viñedos, olivares y sierras.

Por su situación geográfica, Puerto Lápice fue un punto de paso fundamental desde la antigüedad. Los restos del llamado puente romano podrían pertenecer a una antigua calzada utilizada ya por los íberos.